Han venido a verte, el señor Engorroso Melancólico y la señora Navidad Pegajosa preguntan por ti.
(¿Por qué me tenía que pasar esto a mí? Se podía haber quedado dormidito y contento. Si no fuera por la parejita...)
Pues sí, tras un periodo de inactividad razones oscuras me motivan para seguir escribiendo aquí, bueno, dejémoslo en "razones"...
Para mi escaso y selecto público van dirigidas estas palabras con las que un día me encontré:
«¡Amigos no hay amigos!, exclamaba el sabio moribundo.
¡Enemigos no hay enemigos!, grita el viejo loco vivo que yo soy».
F.Nietzsche.
Palabras quizás controvertidas pero que al fin y al cabo no dejan de ser eso, palabras. Ahora bien, en mi opinión creo que sí es cierto que la amistad pueda estar basada en "soportarnos unos a otros, ya que nos soportamos a nosotros mismos", sin embargo, no deja de perder ese carácter ciertamente metafísico que nos dota de espíritu y fortalecimiento, ya sea como felicidad que nos dota la amistad o como el fortalecimiento que nos dota la enemistad. Pues en todo esto se basa la vida, en ilusión y desdicha.
Qué mejor que los amigos, o qué mejor que los enemigos, sin ninguna de ambas cosas esta vida sería realmente aburrida...
Luego están los que "ni fu ni fa", y esos son los peores aunque no merece la pena ni hablar de ellos. Ya lo dijo un conocido mío "la indiferencia es la ignorancia".
¿Que por qué os cuento todo esto? Pregunten al señor y a la señora de la puerta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario